17 de septiembre de 2013

Urban Kitchen Garden

Los niños encantados. Los mayores, igual o más. Y los pobres cerdos, más perdidos que una cabra en un garaje. Shanghai no deja de sorprenderme y esta vez no sé si para bien o para mal. ¿Que los enanos no han visto un cochino en su vida y se creen que las lechugas y los pimientos nacen en el frigorífico? Vale. Como propuesta educativa está genial. ¡Pero ay los pobres cerditos! Abrumados por el ruido y todas esas miradas rasgadas que les regalan cada fin de semana.
Pues igual de perdida que los cochinos, allí me planté yo, de camisa blanca impoluta. Fue completamente intencionado y nada casual. Pero os quería enseñar la última pieza de la colección de camisas blancas que estoy empezando. Enorme, abotonada hasta arriba y con unas mangas en las que caben tres brazos. Continúo en modo minimal. Ya están los botines con toda su fuerza para dar un toque entre 90's y futurista.




Kids being delighted. Adults, the same or even more. And poor piglets, more lost than a goat inside a garage. Shanghai keeps surprising me, and I don't know whether this time is for good or not. Does it seem that these little people have never been a real pig in their lives and that they believe that lettuce and peppers grow up inside the fridge? Ok. As an educational proposal is great. But poor piglets! Overwhelmed by noise and all those slanted glances they are gifted with every weekend.
As lost as the pigs, there I was in an inmaculate white shirt. It was completely intentioned and by no chance at all. But I want to show you the last piece of the new white shirt collection that I've just happened to start. Huge, buttoned-up and with sleeves that can fit three arms in each one. I keep on a minimal mood. It's enough with the half-opened booties with all their power to give a touch between 90's and futuristic.

















Credits: Shirt (Zara FW 2013), Skort (Zara SS 2013), Booties (Zara FW 2013), Purse (Comme des Garçons).




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